
05 Dic 7 ideas para trabajar más concentrado (y que te dejen estarlo)
¿Cómo te salen las cosas cuando estás más concentrado? Indudablemente, mejor. Y no sólo eso, si no que lo haces más rápido, con más calidad, eres más resolutivo, más creativo, más ingenios@, te cuesta menos entender y aprender… En definitiva, ¡eres mejor profesional! Y entonces, si trabajar de manera concentrada es tan bueno… ¿porqué lo haces tan pocas veces? ¿porqué no fomentas más esa focalización de tu atención?
Cuando pregunto esto en mis cursos y talleres, mucha gente empieza a echar balones fuera: “es que mis compañeros hacen mucho ruido”, “ es que no me dejan estar concentrado porque constantemente me interrumpen”, “ es que mi oficina es open-space y es imposible”, “es que…”, “es que…”,“es que…”. ¿Sabes como llamo yo al que siempre está poniendo excusas tipo “es que…”? ¡Esquerosos! Pero ya es hora de dejar de ser un esqueroso y empezar a ponerse manos a la obra, porque aunque no lo creas, puedes hacer muchas cosas para favorecer tu concentración y que los demás la respeten. Aquí te propongo 7 ideas que funcionan para conseguir entrar en La Zona, una estado mental en el cual todas nuestras neuronas tienen una sinapsis perfecta y hacen que nuestro cerebro trabaje a pleno rendimiento, de manera realmente concentrada:
1.- Despeja tu mesa: Tu peor enemigo es la distracción, así que para estar concentrado necesitas evitar todas las distracciones posibles. Elimina de tu campo visual todas aquellas cosas que sean innecesarias para la tarea que tienes que hacer y deja sólo lo que vayas a necesitar. La mejor mesa es una totalmente despejada sin nada que te facilite el tener alguna distracción. Piensa que si tienes delante un calendario y en él hay una foto de la playa, por el rabillo del ojo puedes ver esa foto y en ese momento tu mente puede empezar a pensar “ayyy la playa!! que bien me lo pasé este verano… qué mojitos tan buenos me tomé en ese chiringuito… este verano tenemos que volver, de hecho, voy a ver si llamo ya al dueño para que me lo alquile la primera quincena de agosto….”. Y en una décima de segundo, tu cabeza se ha ido de donde tenía que estar, sales de la zona y te dedicas a hacer lo que no tienes que hacer…
2.- Crea tu rutina de concentración. ¿Te has fijado alguna vez qué hace Rafa Nadal antes de sacar? Se quita el sudor de una ceja, luego de la otra, se pone el pelo detrás de una oreja, luego de la otra y se saca el calzoncillo del culo. ¿Porqué? Porque es su manera de decirle a su cabeza “Vamos a ganar este, vamos a hacerlo bien”. En definitiva porque es su rutina de concentración. Pues tú tienes que hacer lo mismo, tienes que tener una rutina que te predisponga a trabajar de manera concentrada y deberías seguirla siempre que vayas a hacerlo. Por ejemplo, mi rutina antes de empezar una tarea que me exige concentración consiste en despejar completamente la mesa, ponerme música clásica y beber un sorbo de agua.
3.- Come y bebe adecuadamente. El cerebro se alimenta exclusivamente de agua y glucosa, así que es fundamental estar bien hidratado y tener adecuados niveles de glucosa. Si notas que empiezas a estar de bajón es muy probable que tu cuerpo necesite recuperar uno de esos dos elementos, así que ¡échale gasolina!. Pero ojo, cuidado con atiborrarte a media mañana de bollería industrial o guarrerías por el estilo porque además de aportarte glucosa, estarás enchufándote una gran cantidad de grasas hidrogenadas o trans, que son las menos saludables. E igualmente, eso no significa que te pongas morado de comer ya que el proceso de digestión dificultar a tu capacidad de concentración.
4.- Aíslate física y tecnológicamente. Si es posible busca un lugar donde puedes estar tranquilo y sin que nadie te moleste, (por ejemplo una sala de reuniones), ponte unos auriculares con música relajante o utiliza una aplicación como Simplynoise o Brain.fm Pero igualmente es importante que desconectes todos aquellos aparatos que te puedan proporcionar cualquier tipo de distracción. Por ejemplo pon el teléfono en silencio (quítale la vibración y ponlo boca abajo), cierra las aplicaciones que no vayas a usar en ese momento (especialmente el correo electrónico), y elimina todas las notificaciones que puedas tener en el ordenador o el teléfono.
5.- Busca tu mejor momento para estar concentrado. Tu cabeza no esta igualmente preparada para estar concentrada a cualquier hora del día así que identifica en qué momentos tienes mayor energía y procura establecer tus periodos de concentración en estas horas. Generalmente solemos tener más energía a primera hora de la mañana ya que tenemos una hormona llamada cortisol que contribuye a la generación de glucosa y que suele estar más activa por las mañanas. Si es tu caso, esas primeras horas de la mañana son auténtico oro y deberías aprovecharlo al máximo. En cambio, si a la una de la tarde tu cabeza está más pendiente de dónde vas a comer y qué vas a comer, probablemente no es el mejor momento para trabajar de manera concentrada.
6.- Utiliza bloques de tiempo. Según un estudio, un ser humano no puede pasar más de seis horas al día total y absolutamente concentrado y nunca de manera consecutiva. Por ello es importante dedicar períodos de tiempo para trabajar concentrado y tomar un descanso posteriormente. En este sentido es muy conocida la técnica Pomodoro, que propone trabajar en bloques de 25 minutos y hacer una parada de cinco y tras repetir este patrón cuatro veces, hacer una pausa de 15 minutos. He de decir que yo lo probé y no me convenció porque 25 minutos, por mi tipo de trabajo, se me quedan cortos, así que fui alargando hasta hacer bloques de 45 minutos, qué son con lo que trabajo habitualmente. De todas maneras, lo importante es que tú identifiques cuales deben ser tus bloques de tiempo en función de tu capacidad de concentración.
7.- Comunícalo a tu entorno. Si vas a trabajar concentrado y no quieres que te molesten, dilo. Así de fácil. Los demás no pueden adivinar tus pensamientos así que dile a tu entorno cercano que necesitas que te dejen en paz durante un rato. Es más, te recomiendo que utilices algún medio visual para que los demás sepan que estás en la Zona y que por tanto, no quieres que te molesten. Tengo un cliente que después de uno de mis cursos, entregaron a los participantes una lamparita con forma de supositorio, de manera que cuando alguien enciende la lucecita significa que está en estado de concentración y por tanto no deben hablarle, molestarle ni interrumpirle. Y funciona. Pero exige que lo comuniques, y que seas tajante con su cumplimiento.
Como ves, la puesta en marcha de todas estas ideas dependen absolutamente de ti, o como diría Stephen Covey en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, están en tu círculo de influencia. Así que deja de ser un esqueroso, ponte manos a la obra y empieza a tener el control.
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