5 rutinas para teletrabajar de manera eficiente -
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5 rutinas para teletrabajar de manera eficiente

 Afortunadamente la necesidad de trabajar diariamente en una oficina, con un horario estricto (al menos de entrada) y con unos compañeros al lado, cada vez es menor. El desarrollo de la tecnología, pero también el cambio en la concepción de trabajo, está permitiendo que cada vez haya más empresas que deciden conceder al menos un día a la semana para teletrabajar. Las más avanzadas, incluso, permiten que sus empleados puedan trabajar en remoto todos los días, lo que aporta muchas facilidades, eleva la motivación, permite conciliar mejor la vida laboral y profesional. Por si eso fuera poco, teletrabajar es un 14% más productivo, por lo que parece que todas las partes, empresa y empleado, salen ganando.

Sin embargo, trabajar desde casa puede convertirse en una trampa mortal para tu eficiencia si no eres capaz de tener una serie de hábitos y rutinas que te permitan afrontar tu trabajo con plenas garantías. Las rutinas, a pesar de ser una palabra con connotaciones negativas, son fundamentales para nuestra eficiencia ya que facilitan tener un orden y estructura más o menos flexible que te servirá de guía para conseguir tus objetivos. En el caso del teletrabajo, estas son las cinco que considero fundamentales:

1) Dúchate y vístete. No me refiero a que no trabajes desnudo, sino a que evites trabajar en pijama. Quedarse en casa y levantarse para trabajar en el salón, mola, pero es bueno que tu cerebro desconecte de la idea “sofá del salón = relax”. El hecho de vestirte te ayudará a generar conciencia de trabajo y además te exigirá unos preliminares (ducharte, lavarte los dientes, etc.) que te irán preparando mentalmente para trabajar.

2) Antes de empezar, prepara el material que necesites. Normalmente en tu oficina tienes a mano aquellas cosas que requieres para hacer tu trabajo: papel, boli, rotuladores, grapadoras, etc. Piensa antes de empezar qué vas a necesitar de todo eso (si es que hay algo) para no tener que levantarte cada dos por tres, ya que eso producirá cortes en tu flujo de trabajo y probablemente, en tu concentración.

3) Utiliza un espacio adecuado para lo que tienes que hacer. Es decir, si necesitas revisar un plano en papel, probablemente necesitarás una mesa más grande. Si únicamente necesitas tu portátil, podrás utilizar un sitio más pequeño. Ten en cuenta que el espacio de trabajo debe proporcionarte comodidad, pero también practicidad. Y recuerda, cuanto más despejado esté tu espacio de trabajo, menos distracciones tendrás.

4) Ojo con las “nuevas” distracciones: En casa tendrás acceso a elementos y cosas que no tienes habitualmente (la nevera, la tele, etc.), lo que puede facilitar que te distraigas incluso con más facilidad que en la oficina. Trata de limitar el acceso a esas distracciones concienciándote desde el primer momento. Recuerda que estás en casa, pero estás trabajando.

5) Asegúrate de que la conexión de internet funciona bien y que puedes acceder a los sistemas corporativos de tu empresa u otras aplicaciones de internet sin problemas. No hay nada más frustrante que estar delante de la pantalla esperando que se cargue una página o una pantalla de un programa. Si tu conexión no es buena, tal vez debas replantearte lo de trabajar desde casa.

A partir de aquí, ya puedes ponerte en marcha y disfrutar de las ventajas que te da hacer “home office”: menos interrupciones de jefes y compañeros, menos ruido a tu alrededor, más facilidad para concentrarte y la flexibilidad de poder conciliar tu vida profesional y profesional. Vamos, un gustazo del que debes sacar buen partido.

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