5 creencias limitantes que debes eliminar para ser productivo -
18426
post-template-default,single,single-post,postid-18426,single-format-standard,et_monarch,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1400,footer_responsive_adv,hide_top_bar_on_mobile_header,qode-theme-ver-12.0.1,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-5.4.2,vc_responsive

5 creencias limitantes que debes eliminar para ser productivo

Siempre he pensado que si uno mismo no se cree capaz de conseguir algo, nunca lo conseguirá. Estoy seguro de que muchos de vosotros compartiréis conmigo esa opinión e incluso tal vez hayáis tenido a lo largo de vuestra vida algún momento en el que hayáis pensado frases como “Yo no puedo con esto…” o “ No voy a ser capaz de…”. El problema de pensar de este modo, es que nuestra mente se lo cree realmente y eso dificulta muchísimo poder conseguir ese resultado que deseamos, es decir, estamos generando creencias internas que nos limitan nuestra capacidad de desarrollarnos o de mejorar.

 

En muchos de mis cursos de productividad me encuentro con asistentes que ponen las más variadas excusas, que en el fondo no son más que creencias limitantes. Os presento las 5 más habituales:

 

1.- “Yo no soy una persona organizada”. Yo tampoco lo era, de hecho era bastante desastre pero eso se puede cambiar. Evidentemente te supondrá un esfuerzo pero cuando veas los beneficios, estarás encantado. No se trata de que te conviertas en una persona hiper-organizada, que todo lo tengas perfectamente ordenado y que te transformes en un ser cuadriculado. Simplemente se trata de poner un poco de estructura, de poner un poco de método en tu manera de hacer las cosas y de generar una mínima claridad que te permita ver con tus objetivos para poder llegar a ellos por el camino más adecuado.

 

2.- La conciliación familiar y profesional es imposible. Por norma general, no creo en los imposibles. Irte a tu casa a una hora decente es algo que se puede conseguir, pero para ello tienes que ser eficiente en tu trabajo. Piensa cuanto tiempo pierdes al día y no te hablo de grandes ratos, si no de esas micro perdidas de trabajo de 2-3 minutos (buscando ese mail que no encuentras, repitiendo tareas que no recuerdas dónde te quedaste, o yendo 20 veces a la impresora). Es cierto que tendrás puntas de trabajo en muchos momentos, pero trabajar con un flujo de trabajo eficiente te ayudará a incrementar tu eficiencia… y a irte antes a casa.

 

3.- Yo no creo en esos métodos. Estupendo, pero ¿porqué no les das una oportunidad? Decir de antemano que no a algo no te da la posibilidad de tener un criterio objetivo para poder decir si es bueno o malo. Siempre digo lo mismo: una de las mejores cosas que tienen las técnicas de productividad es que si las pones en práctica y te dan resultados, las mantienes; pero si no te sientes cómodo, siempre puedes volver atrás. Así que no seas cerrado de miras y prueba!!

 

4.- Yo siempre he trabajado a mi manera. Me lo creo totalmente. Y es que muy probablemente cuando empezaste a trabajar nadie te explicó cómo debías organizarte, cómo planificar tu día, cuándo hacer determinadas tareas, cómo gestionar tu mail… Y por eso has creado tus propios hábitos de trabajo. Pero tal vez no sean los más eficientes y haya llegado la hora de revisarlos y reflexionar si lo que haces y cómo lo haces es lo más adecuado. Al fin y al cabo, el que sale ganando eres tú, así que ¿no crees que merece la pena?

 

5.- “No me planifico porque sé que luego no se va a cumplir”. Y probablemente tengas razón porque existen una serie de factores que se salen de nuestra capacidad de actuación e interfieren en nuestros planes. Pero ¿no será mejor saber cual es el destino al que tengo que llevar mi barco, variar el rumbo para sortear una tempestad y después volver a poner rumbo a mi destino? Como decía Séneca “Ningún viento es favorable para el que no sabe dónde va”. Sin trabajas sin planificación es probable que dediques el día entero a apagar fuegos sin ton ni son. Y a no ser que seas del cuerpo de bomberos, tu trabajo es otro…

 

En definitiva, tener pensamientos negativos supone un grandísima limitación para nuestro trabajo, así que si quieres generar cambios de hábitos que te ayuden a ser productiv@, tienes que empezar por creértelo. Por tanto, termina de leer, vete a mirarte en el espejo y di en voz alta: “¡Voy a ser una persona productiva!”

1Comment
  • miguel angel caviedes hernandez
    Publicado el 04:49h, 29 junio

    es cierto uno puede ser mejor y si se lo propone desde dentro d uno mismo es decir con pensamiento positivo y voluntad positiva